Viaje turbio, meta clara
Cada vez es más dramática la crisis de transporte en Venezuela, especialmente, para aquellas personas que residen en ciudades dormitorios como Guatire y estudian o trabajan en la capital
Darlyn Rojas
Luis Quiaro tiene 21 años, pero la mente cansada. Sus ojos marrones han visto espaldas de cientos de personas desde hace tres años y medio; su cuerpo delgado ha sido capaz de soportar muchas cosas: horas de pie, gotas salvajes de lluvia incesante, gritos, empujones hasta algunas maldiciones.
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Quiaro, como le llaman sus amigos, es estudiante del séptimo semestre de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela desde abril del 2015, residente de Guatire, Estado Miranda.
A lo largo de siete semestres ha tenido que batallar contra el transporte para continuar sus estudios; se levanta a las 4 a.m. y no es sino hasta las 11:00 p.m. cuando consigue volver a posar la cabeza en su almohada.
Los choferes cobran cada día un precio distinto... 10, 15, 20 y hasta 30 Bolívares Soberanos, dependiendo del humor del chofer, el clima, la cantidad de personas y de la situación económica de ese momento.
Quiaro tiene que salir de su casa desde las 4:30 a.m., esperar de pie al menos 2 horas o más para poder abordar un autobús, pagar el precio que establezcan cada día y, encima, ni siquiera atraviesa la Gran Mariscal de Ayacucho sentado cómodamente, tal vez recuperando algo del sueño perdido, sino de pie, como sardina en lata con el resto de los pasajeros que comparten el mismo destino en común con él: Caracas.
Dedica al menos 8 horas diarias entre el ir y venir de Guatire a la ciudad capital. Pocas veces se queja, a cambio siempre se acompaña con una sonrisa, una de sus muchas camisas alusivas a algún equipo deportivo y con todas las ganas de avanzar un semestre más.
Noches trágicas
Quiaro llegó a clases el viernes exactamente con la misma ropa que el día anterior, con unas ojeras que llegaban al suelo y, esta vez, parecía haberse quedado en casa su fiel compañera, aquella sonrisa.“Anoche no pude bajar a Guatire… llegué a la parada de autobuses a las 5:30 p.m., la cola era kilométrica y los carros eran escasos… cuando anocheció y volví a mirar el reloj, marcaba las 7:50 p.m. y yo seguía en el mismo lugar. Nunca más llegó otro autobús y los fiscales se lavaron las manos diciendo: “busquen otra manera de irse, ya no van a subir más carros” No sabía qué iba a hacer, dónde podía ir y quedarme a dormir en el metro no era una opción”, contó Quiaro a su grupo de amigos en la universidad.
Cabizbajo y con un tono de ira, continuó diciendo: “Todas las personas se fueron al metro, se dirigían a Petare y, aunque no las conocía, los seguí… todos íbamos al mismo lugar….¿Saben qué es lo peor? Que en Petare tuvimos la misma suerte y, ahora sí, ya no había otra parada donde acudir, era dormir en el metro juntos o encontrar una solución.
Con mucha pena llamé a Yicey para preguntarle si podía quedarme esa noche en su casa, ella vive en Artigas, no se negó, menos mal… No podía dejar de pensar si todos tuvieron esa misma suerte o si, por el contrario, tuvieron que dormir en alguna estación o la calle misma”, concluyó.
La meta es el motor
El sueño de Luis Quiaro es convertirse en un gran comentarista deportivo o un profesional del área de la publicidad. Este es el verdadero motivo que lo impulsa a no rendirse ante los grandes obstáculos que le pone la situación del transporte, los días grises y las noches turbias… siempre se levanta con más ganas de ir a la universidad, de terminar su amada carrera y de ejercer con todo gusto.
El fanático más grande del Barcelona en la Escuela de Comunicación Social, es una persona constante y persistente en alcanzar sus metas, sin importar las vicisitudes. Luis Quiaro está lleno de buena vibra y de ganas de avanzar un semestre más hasta llegar a la cima, hasta graduarse.
“Sigo viniendo porque esta es mi segunda casa… si no fuera la Universidad Central, ya me habría rendido, no habría continuado”, exclamó con aires de esperanza. “Luis Quiaro se resume a la Universidad Central y la carrera de Comunicación Social, vengo a estudiar, trabajo en publicidad… la verdad es que amo lo que hago y amo mi carrera.”
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