Francisco De Venanzi: inmortalidad de sus pensamientos



Por: Darlyn Rojas


Francisco De Venanzi fue un reconocido hombre de ciencias que nació el 12 de marzo de 1917, fue escritor, investigador científico, profesor universitario, médico y rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV).


También ejerció la presidencia de la Comisión Universitaria de la UCV, organismo que tuvo a su cargo la definición del nuevo perfil que se le daría a la universidad venezolana, concibiéndola como una institución autónoma y democrática. De esa comisión salió la Ley de Universidades, aprobada por el Gobierno Nacional en 1958. Este mismo año asumió de manera temporal el cargo de rector, que luego se le otorgó en propiedad (1958-1963).


La vida y obra de Francisco De Venanzi se encuentra enmarcada dentro de una trilogía de valores fundamentales: el bien, la verdad y la belleza.


“Estos valores deben ser nuestro norte, aún a sabiendas de lo difícil que es alcanzarlos a plenitud por todos los hombres comunes”, decía De Venanzi, y resaltaba que estos estatutos debían prevalecer en todas las actividades universitarias y que ello permitiría el fomento de las causas más nobles de la humanidad y evitaría los fines perjudiciales para la sociedad.


Defensor de la democracia y la institucionalidad


Según Alberto Navas, Historiador de la UCV, De Venanzi consideraba que el desarrollo científico en un país facilitaba el proceso de maduración mental de sus ciudadanos tanto en lo individual como en lo social, crea una actitud científica y además constituye la clave del progreso material. “La ciencia es fundamental para alcanzar un desarrollo integral de la sociedad en nuestros países”, destacó Navas.


Por otro lado, Tosca Hernández,  quien conoció y trabajó con el doctor De Venanzi, durante dos periodos seguidos en la directiva de Asociación para  el Progreso de la Investigación Universitaria (APIU), relató: “él estaba convencido que las mejoras de la universidad dependían en grado apreciable de un presupuesto, destacando la importancia de la formación y protección del personal, reiterando el papel político y la disciplina para el ejercicio en la crítica y la participación activa en las decisiones que afectan el destino de la comunidad universitaria”


En este sentido, el pensamiento De Venanzi, estaba orientado a que la universidad, además de trabajar en pro de la ciencia y la cultura, debía hacer relucir su razón de ser a la ciudadanía venezolana, enseñarle cómo se deben usar las garantías constitucionales y cuándo estas están en riesgo de ser perdidas. Para Venanzi, la universidad democrática debe explicar a los ciudadanos como sustituir la voluntad arbitraria de un solo hombre por el acuerdo del grupo.


“En sus 5 años de rectoría se sentaron las bases de los lineamientos de la universidad y no solamente se ocupó de mejorar la UCV sino también se interesó en todas las universidades nacionales”, expresó María Cristina Di Prisco, médico egresada de la UCV, con postgrado en Puericultura y Pediatría (UCV) y PhD con mención en Inmunología, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.


Vigencia y legado


Francisco De Venanzi falleció el 12 de septiembre de 1987 dejando un legado fundamental a las universidades y al país. Fue ejemplo de trabajo constante, emprendimiento inigualable y de una gran capacidad de trabajo. Su actuación frente a la Universidad Central de Venezuela Ie ha hecho merecer el calificativo de "Rector de Rectores".


Su convicción de que la ciencia es el camino del avance y del desarrollo de los grandes países, lo lIevó a ser pionero en la creación de una serie de instituciones que han sido bases fundamentales en la investigación científica de Venezuela. Entre ellas destacan: la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC), la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia (FundAVAC) y la Asociación para el Progreso de la Investigaci6n Universitaria (APIU).


Aunque durante el periodo en el que fue rector de la UCV, fueron épocas oscuras, De Venanzi siempre se mantuvo firme ante sus ideologías acerca de que la universidad debía ser un lugar que siempre se prestara para el debate, el libre pensamiento y la democracia. Esto era la autonomía para De Venanzi.


“En el área de la bioquímica y la nutrición, aún se mantiene su legado, porque fue de los primeros que llamó la atención en llevar una dieta rica en nutrientes para garantizar la salud del venezolano”, comentó Navas. “Siempre defendió la idea de educar a la población desde las universidades para prepararla en resguardo de lo que debería hacer un sistema amplio en libertades, pleno y en derechos”, concluyó.


Según la organización AsoVAC, también definió el contenido de yodo en las aguas, lo que colaboró notablemente a tener un mejor conocimiento y prevención de ello. Fue uno de los que más apoyó la prevención del bocio endémico mediante la yodación de la sal.


A pesar de que sus deliberaciones acerca de la democracia y el libre pensamiento fueron importantes e impulsores del desarrollo del país y son aún recordados por muchos profesionales, estudiantes, profesores y científicos, hace falta que se nutra de sus valores a la población.


“A nuestra UCV le hace falta, actualmente, tomar y aprender mucho de la convicción y los ideales del doctor Venanzi, no solo a la universidad a todo un país le hace falta ser pionero en el debate de ideas, en respetar el libre pensamiento y en defender, en tiempos oscuros, la democracia y la libertad que nos pertenece”, manifestó Jesús Piñero, historiador egresado de la UCV.


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